Don Quijote estaba encima del dique al lado de la maresma Wadden. Contemplaba a las cinco islotes al horizonte que forman parte del la costa del Mar del Norte. Entre los islotes y la tierra firme en que estaba se veia la maresma a la que se llena y se vacia a diariamente el agua salada del mar.
En aquel momento se alejo de el un grupo de diez decenas de caballos. Algunos de ellos en estado de embarazo. Iban a saborear del prado pequeno que esta al exterior del dique. Y fijate que el agua se puso inquieta y de repente enrodeo al grupo.
Pasaron tres dias y noches. Vino la policia. Vino el alcalde. Vino el ejercito. Ninguno de ellos supo solucionar el problema del grupo enrodeado por agua. Entonces, nuestro hidalgo hispano-holandes dio un grito desdel dique. Un momento EUREKA. Dame el mobil, querido Sancho, porque tengo que llamar inmediatamente a la Dona Dulcinea y sus tres amigas. Son jinetas elegantes habilidosas, y estoy seguro que ellas saben liberar a los amigos de mi Rocinante.
Asi fue decidido. Asi funciono. Bien hecho Quijote. Los caballos eran contentos y se dormieron en el corral. Te lo juro. Este video lo demuestra.
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